viernes, 9 de octubre de 2009

Discurso de inauguración XVIII Festival de Atabales

“El universo está de viaje”. Con esta frase el filósofo griego Heráclito de Efeso, quiso interpretar el espíritu dinámico y profundamente cambiante de los tiempos. Y agregó: “no nos bañamos dos veces en el mismo río”, queriendo significar que nunca serán las mismas aguas. Ciertamente el mundo actual cambia vertiginosamente, al extremo que la sociedad globalizada puede transformarse minuto a minuto.

Sin embargo, los pueblos que tienen tradiciones culturales echan raíces en el tiempo y aunque el tiempo cambie, ellos se mantienen iguales en sus esencias, porque sólo la identidad hace invariable la riqueza cultural de una nación.

Eso es precisamente el Festival de Atabales de Sainaguá, una esencia de identidad, un legado cultural, un sello de presencia, una marca tallada, como única garantía de que aunque la sociedad globalizada cambie segundo a segundo, los pueblos con identidades no cambiaremos, siempre seremos colectividades con valores y personalidad propias.

Así que ninguna nación poderosa acaricie el sueño de asimilarnos culturalmente, de reducirnos a la nada, para agregarnos a su mapa étnico como si fuéramos un simple elemento de una suma. Todo lo contrario, República Dominicana proyectada desde el escenario de esta fiesta de la identidad, es un poderoso sol que no orbita alrededor de ningún otro sistema del universo. Un sol naciente que crece y crece en cada versión de su Festival de Atabales, dispersando rayos de alegría y sana diversión para todos.

Si señores, las raíces de la identidad se profundizan con cada versión del Festival de Atabales. Esta música, estos palos, estos bailes y estos cantos de todos los grupos del país, es un llamado de alerta, para aquellos que siguen soñando con hacer desaparecer estas pequeñas naciones arrasadas ayer por su sed de riqueza y su codicia sin freno.

Hombres y mujeres, niños y niñas, jovencitos y jovencitas de Oceanía Asia, África Europa y América están invitados a esta fiesta de la identidad cultural del pueblo dominicano. Es una fiesta de orgullo patrio. Es una fiesta de inmenso valor musical. Es una fiesta de tradiciones y de herencia rítmica que se han mantenido durante cientos de años, gracias a la dedicación de muchas generaciones.

Señores del país y del mundo, vengan todos a disfrutar la gran fiesta dominicana de la identidad, el Festival de Atabales de Sainaguá, un evento que confirma las palabras iniciares de este discurso: “El universo está de viaje”. Y es verdad, viene rumbo a Sainaguá, a cantar y bailar en las mismas aguas de este emocionante río de tradiciones culturales. ¡Que viva el Festival de Atabales.


Ing. Andrés Julio Portes
Presidente Comité Organizador

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