Estamos en el parque Central en la actividad de calentamiento del Festival de Atabales.
Veo a Yerba, viejito, enfermo, pero con ánimo de dirigir a su grupo desde fuera.
Al verlo me acongojé, las lágrimas rodaron desde mis ojos. Pienso en los demás que como él, están en las mismas condiciones.
La nostalgia sigue haciendo estragos en mis pensamientos futuristas.
Se nos van los paleros por una razón u otra, la precariedad debido a la pobreza los arropa a todos nuestros grandes artistas que nunca han tenido atención debida de los estamentos del Estado.
Los organizadores nos sentimos con demasiados compromisos, ante los precursores de la cultura africanística pero se nos están yendo.
¿Qué hacer?
A quien solicitamos ayuda perenne.
Hoy la ONU declara al tango en Argentina, Los Congos por igual en nuestro país patrimonio cultural.
Pero me pregunto, y nuestros paleros, que serán de ellos, el festival de atabales levanta y proyecta sus toques, la moral, el entusiasmo, la fraternidad, el aspecto cultural,
Pero se nos van
Se nos están yendo
Y atención a los que decíamos estar interesados en la proyección cultural de los artistas paleros.
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